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EL CAMPO DE GIGANTES DE MOSQUERA
Paisaje Patrimonial

Una tarde de mediados de 1789, durante un viaje de reconocimiento por los alrededores de Santafé, el virrey de la Nueva Granada, don Francisco Gil y Lemos, advirtió con asombro una gran cantidad de huesos de considerable tamaño que afloraban del suelo en medio un paraje solitario al suroccidente de la Sabana de Bogotá. Indagando entre los lugareños, se enteró de que este sitio era conocido, desde tiempos inmemoriables, como el “Campo de Gigantes”, porque se creía que dichos despojos habrían pertenecido a una raza extinta de gigantescos seres humanos.

Tiempo después, y gracias a la ciencia, se logró comprender que en realidad se trataba de fósiles de grandes mamíferos extintos, conocidos en su conjunto como “megafauna del periodo Pleistoceno” (de entre 3 millones y 10 mil años). Tras el análisis de diversos documentos y datos que en este compendio se presentan, se propone que dicho “Campo de Gigantes” corresponde hoy con la zona montañosa al suroccidente de la sabana de Bogotá, donde colindan los municipios de Mosquera, Madrid, Bojacá y Soacha, también conocida bajo topónimos como “Mondoñedo”, “Cerros de Fute”, “Cerros de Los Andes”, “Cerros de Balsillas”, “Cerrogordo” o “Rocas de Usca”, entre otros.

Además de su carácter paleontológico, el “Campo de Gigantes” es un importante yacimiento arqueológico, donde se han hallado evidencias de los primeros pobladores de la Sabana, en los sitios de Vistahermosa, Galindo y Aguazuque, y de los periodos Herrera y Muisca, así como numerosos sitios con arte rupestre como las Rocas de Usca o el Cerro de las Cátedras, entre otros; todo enmarcado en un particular entorno ecológico donde, de manera excepcional, coexisten el ambiente semidesértico (subxerofítico) y el de humedal (laguna de La Herrera). Este territorio también cuenta con llamativos sectores de interés geológico, como el “desierto de Zabrinsky”, cárcavas erosivas, cuevas y afloramientos rocosos; y ha sido referente de mitos que datan de tiempos prehispánicos y de una tradición oral relacionada con el imaginario de la presencia indígena ancestral con el cual se siguen vinculando al territorio las comunidades en el presente.

Todos estos elementos conforman un conjunto que puede ser interpretado como un Paisaje Patrimonial, en el sentido de que se encuentran íntimamente ligados al territorio y son evidencia de diversos procesos, de índole natural, cultural y social, y de su continua interacción a través del tiempo.

Ver informe final: 

https://openarchive.icomos.org/id/eprint/3100/

Ver mapa-plegable de divulgación: 

https://heyzine.com/flip-book/b064f25828.html

Investigación y diseño : Diego Martínez Celis

Ilustraciones: Carlos Rojas Pérez, Andrés Chaparro y Diego Martínez Celis

Cliente: Alcaldía municipal de Mosquera 

2023

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